El
dinero es tiempo futuro
Lilian
Laura Ivachow |
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Fui
a ver Papá se volvió loco. Es poco el análisis
que resiste. No se trata de caer en un descrédito inmediato ni
en un gesto celebratorio ante lo feo. Ahondarse en el machismo y en el
racismo descarado de la película suena a pérdida de tiempo.
Algunas preguntas me asaltan sólo por intentar entender qué
pasó por los cerebros de quienes pergeñaron la historia:
¿Qué es lo que le impide a un hombre de negocios (Juan/Francella
en la película) hacer una vida libre? Conozco mujeres de escasos
y medianos recursos que lo hacen ¿Qué impide hoy a cualquier
ser humano mínimamente solvente vivir a pleno su libertad? ¿Qué
lleva a algunos a auto-recluirse y vivir las relaciones como prisión?
Si hay algo que la plata potencia es libertad y hedonismo. El que quiere
vivir una vida más o menos libre ¡qué lo haga! ¿quién
se lo impide?.
Gritos aparte, escribí hace poco luego de la poderosa película de Mercedes Alvarez El cielo gira que el entorno me había embellecido. El movimiento fue esta vez especularmente opuesto porque el entorno físicamente me afeó. Considero entorno a todo lo que rodea a un film y selecciono tres latiguillos crítico-publicitarios: 1) "La risa no te va a dar tregua". 2) "Atraviesa miles de gags y situaciones increíbles" 3) "Francella cumple con su público." Desarmar estos comentarios es un ejercicio fácil aunque productivo. Certifico risas escasas, intermitentes, frenadas por la inexistente fluidez que impide cualquier atravesamiento. Y menos de miles de gags, porque no hay ninguno. Tampoco cumple con nadie, formulismo subestimante alejado del sentimiento más generalizado de que ni siquiera gustó a los seguidores de Francella. De la complicidad y comodidad de estas palabras barajadas sin juicio por el entorno me pregunté cómo pudo surgir algo así. Detrás de muchas actividades hay celeridad, planificación, orden. ¿De dónde saca la gente energía, recursos, fuerzas suficientes para semejante emprendimiento? ¿Qué resortes secretos impulsan los ánimos de los otros siendo que a mi me cuesta planificar un fin de semana largo en Lobos? Las preguntas son retóricas y la meta final llegar al millón de espectadores (repasemos: Un argentino en Nueva York 1.700.000; Papá es un ídolo 1.450.000). Papá se volvió loco (título incomprensiblemente infantil) se estrenó el 2 de junio de 2005 con 72 copias y a los cuatro días del estreno los números redondos acusaban 140.000. Y a las cinco semanas de exhibición la cifra había ascendido a los 738.221 espectadores. Está producida por Telefe y Argentina Sono Film; Carlos L. Mentasti y Luis Alberto Scalella Las trabas burocráticas impidieron a Francella rodar en Cuba, donde goza de éxito masivo y simpatía de Fidel Castro. Pienso en esta
suma de responsabilidades compartidas en función de algo condenado
al olvido: inversión de dos millones y medio de pesos, reuniones
de preproducción, dedicación exclusiva, traslado a República
Dominicana. Demasiados esfuerzos, levantarse temprano, discusiones de
título. Demasiadas tomas y retomas. Y en todos la certeza de hacer
algo transitorio, y en todos (todos) la convicción de que la película
es mediocre. No imagino a ninguno de los participantes hablándole
a sus hijos, ahora o más adelante, de lo que significó Papá
se volvio loco. |
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Recomendamos
acompañar la lectura de esta nota con la del cuento
El espejo que huye de Giovanni Papini (sección Letra Viva) al que puedes acceder pulsando aquí |
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Papá se volvió loco. (2005) Argentina, 90'. Guión y dirección: Rodolfo Ledo. Prod. Carlos Luis Mentasti. Sonido: Alexis Stavropulos. Microfonista: Alexis Stavropulos. Int.: Guillermo Francella, Lucía Galán, Ingrid Grudke, Yahaira Guzmán, Patricio Contreras. |
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