Y el cuervo dijo: ¡Nunca más!
Javier Mendoza

Al momento de escuchar el disco y escribir este análisis, han pasado ya más de 5 meses desde que este trabajo épico de Lou Reed (una oda magnífica a The Raven, de Edgar Allan Poe) salió a la venta. Como ávido lector de Poe me llamó la atención; al escucharlo, me vienen a la mente muchos términos como "crudo", "épico", "excelente". Por semanas, les puedo decir, estuve esperando este disco hasta que al fin me enteré de su publicación, con una curiosidad grande acerca de qué es lo que este CD sería en realidad.

Recuerdo los viejos días en que Reed fue la fuerza creativa detrás de Velvet Underground. Él siempre ha estado en contacto con el mundo de la literatura y The Raven es más una colección de poesía que un álbum de Rock and Roll. Tal vez algunos de los fans del Lou Reed de antaño encuentren este CD un poco desalentador, ya que Lou canta únicamente en 13 de sus 46 tracks. Mientras que varios actores leen "interpretaciones" de la poesía de Poe, Reed y su banda (el guitarrista Rathke, el bajista Fernando Saunders y el baterista Tony Smith) las acompañan, llenando los huecos entre escena y escena, haciéndose acompañar por metales y orquesta, iniciando con la canción "Edgar Allan Poe" la cual, sin tomar en cuenta la excelente ejecución de Reed y su banda, se ve como una de esas piezas escritas en 5 minutos: "He'll tell you tales of horror/ Then he'll play with your mind/ If you haven't heard of him/ You must be deaf or blind."
"Guilty - song" es un jam muy bueno, con un grandioso sax alto por parte de Ornette Coleman, mientras que el instrumental "A Thousand Departed Friends" nos entrega un riff amenazador. "Call on Me" es un dueto con Laurie Anderson interpretado con mucho sentimiento, y en el que la voz envejecida de Reed y la forma en que la utiliza hace temblar de emoción. Mientras, la energética "Change" es más filosófica en tono ("The only thing constantly changing is change/ And change is always for the worse/ The worm on the hook always eaten by a fish/ The fish by bird man or worse").
La voz de Reed se torna dylanesca en dos canciones inspiradas por la historia corta "The Tell-Tale Heart": la escandalosa y paranoica "Blind Rage", así como la enfurecida "Burning Embers". Por otro lado, en "I Wanna Know (The Pit and the Pendulum)", los murmullos guturales de Reed son acompañados por la armonía de "The Blind Boys of Alabama", lo cual crea una pieza única. "Hop Frog", interpretada aquí por David Bowie (aunque no lo crea el lector, la primera colaboración Reed-Bowie en 30 años), no dice en realidad mucho, siendo la tonada más cansada del álbum.
Las mejores canciones aparecen casi al final del disco: la bellamente etérea "Vanishing Act" hace que su voz brille al igual que su acompañamiento al piano hace que la letra luzca ("How nice it is to disappear/ Float into a mist/ With a young lady on your arm/ Looking for a kiss"). Antes del clímax, la coda épica acompañada por cuerdas "Who Am I (Tripitena's Song)", basada en el personaje de la historia "Hop Frog Or the Chained Ourang-Outans"; es Reed en su tono más sentido, con una letra que narra a un nivel más personal del autor: "Sometimes I wonder who am I/ The world seeming to pass me by/ A younger man now getting old/ I have to wonder what the rest of life will hold."
Las lecturas realizadas durante el disco por sí mismas son sensacionales; si a eso agregamos el talento de los invitados, la experiencia se vuelve única: Willem Dafoe, Steve Buscemi, Fisher Stevens, Amanda Plummer y Elizabeth Ashley. Ninguno de estos actores personifica a alguien en particular dentro del álbum: en algunos casos se alternan como narradores y en otros comparten líneas escritas para un sólo personaje ("The City in the Sea/The Shadow"). Los momentos estelares de estas piezas lo confirman: "The Fall of the House of Usher" (con Stevens y Dafoe), el intensamente terrorífico "The Tell-Tale Heart" (con Buscemi y Dafoe), la estremecedora lectura de Plummer de "Annabel Lee/The Bells" y, por supuesto, la apasionada lectura de Dafoe en "The Raven", la pieza central de este trabajo.
The Raven tiene su espectacular clímax en los últimos 7 tracks del disco que se centran en la historia "Hop Frog Or the Chained Ourang-Outans", donde Stevens, Plummer y Dafoe traen a la vida la historia del bufón y su amante. Reed agrega más líneas a la historia original en "Tripitena's Speech", las cuales se acoplan perfectamente; Plummer en "Tripitena" (cambiada por "Trippetta" en la historia original) susurra líneas que bien podrían ser aplicadas a nuestros tiempos: "He who underestimates in time is bound to find the truth sublime/ And hollow lie upon the grates of systematic disorder/ Businessmen/ You're not worth shitting on." Después de la maravillosa "Who Am I?", regresamos a la historia: mientras que el rey y sus seguidores son quemados vivos, Plummer espeta, "Burn, monkeys, burn!". Y en ese momento se mezcla en un fade-in con "Fire Music", pieza maestra de este disco donde Reed recrea el ambiente del álbum "Metal Machine Music".
Por supuesto también hay que tomar en cuenta lo malo que incluye: "Broadway Song", una canción que es más un relleno con un Buscemi pretendiendo ser un vivales fino, frío y calculador; y "Balloon", cantada por Kate y Anna McGarrigle, que suena por completo fuera de lugar.
Lo que me deja más perplejo son dos remakes de canciones solistas de Reed: su relectura de "The Bed", del álbum "Berlin" hace lo suficiente como para justificar su aparición en este CD; pero la versión de "A Perfect Day" del álbum "Transformer", con un desconocido cantante de nombre Antony, con su tono de voz infantil fingida es, a su, vez terrorífica, y su calidad turbadora de alguna manera la hace armonizar con el resto de este CD, pero en cierta forma no termina de encajar en él.
Para concluir, lo que hace que este disco funcione es, en realidad, la pasión que pone Reed en la interpretación. Pocos artistas de su edad se arriesgan a tratar algo diferente y atrevido aun en nuestros días, tan llenos de intérpretes de plástico. Como Dylan, siempre está en busca de inspiración, lo que se plasma perfectamente en "Who am I?", donde Reed escribe: "Why am I drawn to do what I should not. . . the impulse of destructive desire / the desire for self-mortification." Este sentimiento, y los cuestionamientos de lo que es bueno o malo y que se expresan en nuestro interior, es el tema central de The Raven. Cualquiera que ame la música apasionada y atrevida debe buscar este disco (la versión doble, no la sencilla que es un clon vulgar de esta obra maestra) y, tal vez, al igual que yo, ir a dormir (con las luces encendidas) después de escucharlo, con la satisfacción de haber disfrutado una pieza de arte magnífica.


THE RAVEN
Lou Reed; Warner Brothers. Producido por Lou Reed y Hall Willner.
Todas las canciones compuestas por Lou Reed.
Fernando Saunders Bajo Mike Rathke Guitarra Y Tony Smith Bateria
Lecturas: Elizabeth Ashley Steve Buscemi Ornette Coleman Willem Dafoe Cantantes invitados: Laurie Anderson David Bowie the Blind Boys of Alabama Kate & Anna McGarrigle.
Reprise, 9362-48373-2, EU, enero 28 2003 (Limited Edition Double CD set)
Reprise, 9362-48372-2, EU, enero 28 2003 (1 CD Edition)
Reprise, 9362-48373-2, EU (Alemania), Febrero 3 2003 (Limited Edition Double CD set en Digipak)
Reprise, 9362-48372-2, EU (Alemania), Febrero 3 2003 (1 CD Edition)


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